La Ética apegada a a la labor docente


La Ética Apegada A La Labor Docente 

Al parecer la educación en nuestros tiempos se ha desligado del compromiso que ha adquirido al ser ejercida.

Parece ser que en los medios que se desenvuelve la carrera educativa no brinda facilidades para que los docentes apliquen su profesionalismo ético como tal.

¿Será que no existe vocación en aquellos docentes que faltan a su compromiso cuando aceptan regalos de estudiantes por buenas calificaciones no merecidas, o en aquellos que acosan sexualmente a cambio de aprobarle una asignatura?

Es probable que muchos a pesar de su grado de capacidad o inteligencia, desconozcan, cuales son las buenas acciones que cualquier ser humano debe realizar sin importar su condición.

El estudio de la ética aplicado a la educación nos permite entender y aplicar los términos éticos en el quehacer educativo, así como también comprender el verdadero sentido de educar.

La importancia de conocer lo que implica el término ética dentro de la educación es que el Profesional de la Docencia no puede esquivar o eludir su responsabilidad ante una sociedad en plena transformación, donde sus acciones son decisivas en el futuro de sus alumnos. 

Educar en valores es algo que los profesionales de la enseñanza han hecho siempre, siguen haciendo y nunca podrán dejar de hacer. Toda acción educativa es ya una actividad cargada de valor, lleva implícitos unos valores. Ningún profesor, puede pretender, sin engañarse a sí mismo, que se limita a realizar una labor de transmisión de los conocimientos que corresponden a su especialidad. Nunca se puede sólo enseñar, se educa siempre.

Lo que al final cuenta para educar en valores es el clima que intentamos crear y que no puede lograrse si no somos capaces de asumir un compromiso firme en torno a unos valores básicos compartidos y expresados en nuestra práctica educativa docente.

Es indudable que cualquier profesional debe actuar con ética en el ejercicio de su profesión, pero pienso que nosotros los docentes, debemos apegarnos aun más a la ética profesional, pues somos formadores, ayudamos a crear un cambio de conducta, por tanto ser ejemplares no es un requisito sino una necesidad.

Además debemos saber que la sociedad nos juzgara por nuestro comportamiento ético en todo momento de nuestra vida profesional. Y que esta carrera de educación exige una conducta ética en todas sus actividades.

En síntesis es conveniente considerar que tenemos una gran responsabilidad con la sociedad, pues colaboramos para forjar el futuro prometedor de las generaciones futuras y de los estudiantes que nos ven como sus guías.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Sueño Mi Ciudad

Análisis del artículo 4 de la ley de educación 66-97

“Relación entre Escuela y Comunidad”