Comparto un breve cuento que escribí mientras veía el jardín de mi madre... En un jardín grande y hermoso habitaban todo tipo de árboles gigantes y flores de diversos colores. En el bello jardín los árboles eran los guardianes, ellos cuidaban de todo los demás, especialmente de las flores. Todos eran felices con excepción de Rosita, ella se quejaba de que no era tan hermosa como las demás, pues los visitantes nunca la miraban. Según ella era invisible ante la belleza que otras tenían. Franco, el guardián más viejo del jardín, se acerca a Rosita, la ve llorar y le pregunta: -¿Qué te pasa Rosita en esta mañana tan resplandeciente, que veo caer lágrimas de tus pétalos? Ella contestó susurrando: -Soy la flor más fea del jardín, nadie aprecia lo que soy. Franco, un árbol sabio, con mucha experiencia, le explica que todos somos hermosos, pues quien nos creó es bello y perfecto y sus creaciones también lo son. Esa belleza que tenemos hay que demostrarla con el carácter, la actit...